El ABC de la periodoncia.
Si te has mirado al espejo y has visto que tus encías tienen un aspecto inflamado y su color rosado natural se ha enrojecido, te encuentras frente a un obvio síntoma de que algo va mal. Quizás el mal estado de las encías se deba a que has ingerido algo irritante o a un traumatismo, pero si los síntomas persisten, es posible que te encuentres frente a la enfermedad de las encías.
La periodoncia es una enfermedad muy prevalente en occidente. De hecho, la mayoría de nosotros la desarrollará en algún grado durante su vida, y muchos la padecerán de forma crónica. La periodoncia es la principal causa de problemas en la boca, y si se deja sin controlar acaba por producir la caída prematura de dientes. Sin embargo, si tus encías están enfermas y te pones en manos de un periodoncista a tiempo el proceso se puede revertir, de modo que tu mejor baza es la prevención y la detección precoz.
En primer lugar, es importante reconocer si la inflamación de las encías se debe a una infección o a una causa pasajera. Intenta recordar si has comido algo irritante o un potencial alérgeno, o si te has golpeado la boca o has comido algo duro o punzante. Un síntoma de que algo va mal es el que la inflamación no se reduzca a una zona y aparezca por toda la boca. Otros síntomas de la periodontitis pueden ser el mal aliento, una masticación dolorosa o unas encías ablandadas.
Si crees que el estado de tus encías puede ser indicador de periodontitis, es fundamental que acudas a un periodontólogo con urgencia. La periodoncia es la especialidad de la odontología que se encarga de combatir ésta enfermedad y de restaurar la salud de las encías. Aunque la prevención y la detección precoz siempre son un valor inestimable en medicina, esto es especialmente verdadero en el tratamiento de la periodontitis.
La periodoncia es una enfermedad compleja, y que tiende a extenderse por la boca y afectar al maxilar y a los ligamentos de la boca. Sin embargo, éste proceso puede revertirse con un tratamiento de choque consistente en una limpieza muy profunda de tu boca. Y es que a medida que las encías se debilitan la placa empieza a tener acceso a partes más profundas de tu boca, donde es imposible alcanzarlas con el cepillo y donde su efecto es más agresivo.