En la actualidad, se ha visto con frecuencia el uso de los implantes dentales, estos son una herramienta increíble para recuperar la sonrisa, y cuenta con unos estándares de éxito, que permiten a cualquier individuo la movilidad de su mandíbula, evitando la caída de otras piezas de sus dientes, sin embargo, la periimplantitis puede ocurrir de forma inoportuna.
La periimplantitis es una enfermedad que daña a todo el tejido que se encuentra circundando a los implantes dentales. Es una inflamación de la mucosa, y puede definirse, en una primera instancia como mucositis preimplantaria, esto provoca la pérdida del hueso que sostiene a la pieza, perdiendo una parte del implante.
Esto puede suceder por enfermedades previas, el consumo excesivo de alcohol y el tabaco, estas últimas de vital importancia ya que hace que se generen más infecciones en la boca del individuo, incluyendo entre ellas el cáncer oral. La falta de higiene bucal, y muchos otros factores que influyen gravemente en la aparición de la periimplantitis.
Por otra parte, la periimplantitis se ve influida por la diabetes, ya que los contenidos de azúcar en la sangre no permiten que se reparen las lesiones en los huesos provocadas por los implantes infectados. Esto hace que la enfermedad evolucione con mayor rapidez.
La periimplantitis, por suerte, puede curarse efectivamente a través de un tratamiento que recuperará a tu boca por completo. El especialista realiza una cirugía que tendrá como objetivo eliminar las bacterias de la encías y luego reconstruye todo lo dañad.
La cura de la periimplantitis efectiva es precisa, la infección debe estar totalmente limpia, y por ello se abre la encía. Se alisa la superficie del implante, con la finalidad de evitar restos del hueso perdido, y se hace un injerto de tejido óseo para devolver la estética y la funcionalidad de masticar a la boca del paciente.
Luego de este proceso, en un periodo de 6 meses se tendrá un producto final satisfactorio. La periimplantitis será solo un mal recuerdo.